El pasado martes 5 de marzo tuve la gran oportunidad, además de co-organizar, ser parte del grupo de expositores que hablamos sobre economía naranja en el lanzamiento de las charlas “Venga le digo” de este medio de comunicación.
Soy Economista y como tal pues tenía la obligación (oportunidad) de dar a conocer lo que es la economía naranja y todo lo que gira en torno a este tema tan nombrado y poco explicado en el país. Pero más que “enseñar” el concepto y las actividades naranja o creativas, este evento nos mostró (y nos sigue mostrando) el poder transformador que tiene este tema.
Si bien podría hablar nuevamente del carnaval de Barranquilla y cómo es tal vez el mejor ejemplo a seguir en Barrancabermeja potencializando la cultura y ciertas actividades económicas que tenemos en la ciudad, prefiero hacerlo a partir de las cosas que ocurrieron alrededor del evento.
En primer lugar, el año pasado en la ciudad se llevó a cabo un primer evento sobre economía naranja pero que no tuvo la misma acogida, difusión e interés por parte de los ciudadanos, mientras que el nuestro estuvo “a reventar” con la cantidad de personas que fueron partícipes del mismo. Lo que más me impresionó personalmente fue la diversidad de público que había, estudiantes de colegio, universitarios, docentes, empresarios creativos y no creativos, líderes políticos y demás.
Segundo, además de quienes lograron un puesto dentro del auditorio ya sea en las sillas disponibles, parados en la parte de atrás o sentadas en el piso adelante, hubo mucha más gente que no pudo entrar ni al auditorio ni a la universidad porque los vigilantes no los dejaron ingresar por falta de espacio. Muchos de ellos continúan con el interés de aprender del tema y escuchar las exposiciones.
Tercero, pusimos a gran parte de la ciudad a hablar de ello, pues son muchas las personas que nos han escrito (a todos los expositores y músicos), llamado, preguntado, agregado a redes sociales y demás con el fin de conocer más del tema y de las cosas que hacemos. Incluso en Unipaz y en la UCC, varios docentes terminaron usando la economía naranja para los trabajos que pusieron durante esa misma semana; algunos de los cuales terminé ayudando a hacer pensando que solo estaba solucionando dudas de los asistentes al evento.
Podría seguir diciendo cosas pero se volvería muy extenso el escrito, sin embargo lo importante es dejar claro la posibilidad que tiene la economía naranja de convocar a la gente y de poner a una ciudad entera a moverse alrededor del mismo.
Por si tienen dudas todavía, todo lo que hicimos con respecto al evento es economía naranja o creativa (esta última palabra me gusta más porque es el término original), desde el evento mismo, la música, la publicidad, el uso de redes sociales, el video de expectativa y los banners, estos dos últimos realizados también por dos de los expositores y por grandes empresas creativas de la ciudad: Julián Zambrano, Juan Lázaro, Garzón Films, Digame.com.co, Vareno La Agencia.
Finalmente debo decir que no podemos dejar que esto termine aquí, pues nuestro compromiso no puede ser hablar de un tema y esperar a que simplemente “a la ciudad se le olvide”, lo cual nos obliga a pensar en nuevas formas de afrontar el tema u otros temas relacionados a la misma economía creativa. En este momento no puedo decir qué será, pero cuando esté listo lo sabrán.