El típico mito domestico siempre ha dicho que no se debe arrojar papel higiénico al inodoro porque se tapa. Acostumbrando a colocar un cesto en el baño, para arrojar ahí el papel.
Sin embargo, esto es un error, ya que genera contaminación; según una información en un grafico publicado por la Organización No Gubernamental (ONG) Protectora en su pagina web; el papel higiénico tarda un minuto en desintegrarse cuando es echa al inodoro.
Pero si se tira al cesto, genera basura y focos de infección por la suciedad que lleva. Puesto que la materia fecal tiene endotoxinas que de adhieren las partículas del aire; estas al ser inhaladas generan inflamación en el tracto respiratorio.
Depositar el papel higiénico sucio en la cesta de basura es un hábito transmitido por generaciones; pero esto se da debido a la desinformación.
Según Crónica Ambiental, para Rodolfo Sosa, responsable del área de Contaminación Ambiental del Centro de Ciencias de la Atmosfera de la UNAM; una solución es mostrar los daños que causa dicho hábito.
¿Qué pasa con el inodoro?
También es necesario el cambio de inodoro, ya que no se considerar que un inodoro de 50 años tenga un buen funcionamiento. La falta de mantenimiento es también una costumbre heredada, pensando que un inodoro puede durar toda la vida; los problemas ambientales han obligado a que los sistemas hidrosanitarios estén acorde a la tecnología, afirma Pablo Sánchez técnico académico de la sección de contaminación Ambiental del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM.
“Actualmente la descarga de agua es de 6 litros, en algunos casos, hay opción de tres para la orina. Un gran ahorro si se toma en cuenta que antes eran 12 litros; actualmente la tubería debe ser de bronce o PVC, con un diámetro de dos a tres pulgadas para evitar un atascamiento” agrega Sánchez.
Cabe recordar que solo es el papel higiénico, las toallas sanitarias, pañales, condones o materiales que no se deshacen, si van en la basura.