El papa Francisco, de 88 años, continúa recuperándose en el hospital Gemelli de Roma tras ser diagnosticado con neumonía bilateral. Aunque su cuadro sigue siendo complejo debido a una infección polimicrobiana y problemas respiratorios previos, el Vaticano informó que ya respira sin asistencia mecánica, puede levantarse y su corazón «resiste muy bien».
A pesar de su estado de salud, Francisco se ha mostrado alerta y de buen ánimo. La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, lo visitó y aseguró que incluso bromeó con ella. Además, fuentes del Vaticano indicaron que el pontífice ha pasado noches tranquilas y mantiene su rutina de alimentación. Sin embargo, los médicos estiman que su hospitalización podría prolongarse hasta tres semanas.
Esta es su cuarta hospitalización en menos de cuatro años y coincide con el inicio del Año Jubilar de la Iglesia católica. Aunque el Papa ha dejado abierta la posibilidad de renunciar si su salud lo impide, expertos afirman que aún conserva una gran energía y determinación para continuar con sus funciones.
