Las redes sociales han transformado las interacciones de los humanos. La forma en como nos comunicamos y compartimos información de manera instantánea era casi inimaginable hace 70 años. Sin embargo, su creciente uso, especialmente entre los adolescentes, ha suscitado preocupaciones sobre su impacto en la salud mental.
Actualmente existen diversas plataformas que nos permiten interactuar de manera virtual con el prójimo, algunas como Instagram, Tik Tok, o Facebook se han popularizado especialmente entre los más jóvenes, convirtiéndose casi que en una arteria, en una forma de vida. Sin embargo, estas plataformas se han convertido en una ventana constante a la vida de los demás, lo que puede acarrear efectos tanto positivos como negativos.
Entre los aspectos destacables podemos hablar acerca de la conexión social, puesto que las redes sociales pueden ayudar a las personas a mantenerse conectados con amigos y familiares, especialmente durante momentos de aislamiento; recordemos que durante la cuarentena por la pandemia en los años 2020 y 2021, esta fue nuestra forma de interacción, lo que dio paso a la creación de grupos de apoyo y comunidades en línea que si bien, ya existían, se popularizaron generando espacios para compartir experiencias y recibir apoyo emocional.
Sin embargo, las plataformas digitales se han convertido en arma de doble filo, cuando al ser una puerta abierta hacia la intimidad de los demás, ha dado paso a que exista la comparación social, llevando a las personas y especialmente a los jóvenes, a que a menudo midan sus vidas con las vidas aparentemente perfectas de sus amigos y celebridades, lo que puede conducir a sentimientos de insuficiencia y baja autoestima que a largo plazo podría llevar a desarrollar trastornos mentales como la depresión o ansiedad.
De acuerdo con estudios realizados por la psicóloga Jean Twenge de la Universidad de San Diego, los teléfonos inteligentes han repercutido en el aumento de las cifras de jóvenes con cuadros depresivos, Twenge asegura que desde la introducción en el mercado de estos dispositivos en el año 2007, los reportes por solicitudes de ayuda en centros de orientación psicológica en los colegios y universidades han aumentado de manera significativa, aumentando en un 30% entre el 2010 y el 2015. Para Jean, esta situación podría ser producto de la poca interacción con compañeros y familiares en persona, lo que traduce que las interacciones electrónicas que se crean a través de las redes sociales, no son igual de satisfactorias en el ámbito emocional.
A todo lo anterior, también es relevante señalar el ciberacoso que puede originarse, gracias al anonimato que es fácil de adoptar en las plataformas digitales como en Facebook, en donde la creación de perfiles falsos está a la orden del día. También, la adicción por el uso excesivo de las redes sociales puede llevar a la reducción de las horas de sueño, lo que disminuye el rendimiento en las actividades diarias y las relaciones personales, pues la luz azul que emiten las pantallas de los dispositivos móviles interfiere en el proceso de conciliación del sueño, además, un gran porcentaje de adolescentes revisan sus celulares antes de dormir, lo que podría causar estrés según la doctora Alexandra Hamlet del Child Mind Institute de Estados Unidos.
Ahora bien, los profesionales de la salud aseguran que la mejor forma de reducir los efectos negativos de las redes sociales y el uso de teléfonos inteligentes en los jóvenes, es a través de algunas reglas como:
* Establecer límites de tiempo, creando horarios específicos para su uso.
* Desconectarse de los dispositivos al menos una hora antes de ir a dormir.
* Elegir al menos un día en la semana para realizar un ‘détox’ de las plataformas digitales y teléfonos inteligentes.
* Controlar y filtrar la información para tener acceso a contenido relevante y positivo siempre.
* Priorizar el contacto personal con seres queridos, está demostrado que las interacciones cara a cara mejoran el estado de ánimo.
* Informarse sobre los efectos de las redes sociales.
Al tener en cuenta las anteriores recomendaciones, será posible disfrutar de los beneficios de la tecnología sin afectar la salud mental.