La gran cantidad de residuos sólidos que algunas personas depositan en el caño Pozo Siete se han convertido en una gran preocupación para Manuel Antonio Cáceres, un cundinamarqués que lleva más de 50 años viviendo en el Puerto Petrolero, justamente cerca al basurero en el que han convertido el caño.
“La gente es muy desordenada, la gente no cuida, sino que tiran al caño de todo, desde plásticos, canecas y hasta colchones. El mensaje que le daría yo a la comunidad es que traten de buscar el medio de no contaminar el agua de no hacerle daño a la ecología porque con eso los más afectados seremos no solo nosotros sino también nuestra niñez”, añadió, Manuel Antonio Cáceres.
Y es que en este sector se han realizado jornadas de limpieza por parte de la Administración Municipal, pero de manera casi inmediata el caño de Pozo Siete vuelve a estar lleno de toda clase de desechos.
“La invitación que yo le hago a la comunidad de Barrancabermeja, no solamente al sector de Pozo Siete sino a toda la comunidad, es que por favor se pongan la mano en el corazón, que tengan una mentalidad clara y que no arrojemos residuos sólidos en los caños porque estamos afectando el medio ambiente y la fauna”, dijo, Julio César Aparicio, habitante del sector.
Justamente esta mala disposición de los residuos sólidos genera en temporada de lluvias, que los sistemas de alcantarillado colapsen y se presenten rebosamientos en las vías.
“Actualmente la empresa Aguas de Barrancabermeja se encuentra gestionando recursos para construir el plan de manejo de vertimiento, al no estar existentes las descargas de aguas residuales del sistema de alcantarillado, estas van a los cuerpos hídricos que tenemos en el municipio, lo que quiere decir que con la mala disposición de las basuras generamos que estas descargas se taponen y en los momentos de lluvia intensa se presenten inundaciones en nuestros sectores y en nuestras viviendas”, manifestó, Sandra Fonseca, profesional III Aguas de Barrancabermeja.
Es importante que entre todos preservemos los cuerpos hídricos de la ciudad no arrojando desechos sólidos a los ríos, humedales y tampoco a las vías y caños porque terminan afectando los sistemas de alcantarillado.