Este jueves, Ecuador experimentó apagones de hasta 13 horas como parte de las medidas adoptadas para hacer frente a una severa crisis hidroeléctrica. La emergencia surge debido a la sequía que desde marzo ha golpeado los embalses del país, reduciendo sus niveles a mínimos históricos.
“Desde el mes pasado (marzo) ya hemos visto unas anomalías negativas en lo que es la precipitación. Ya se venía dando estas últimas semanas esta falta de lluvias”, explicó a la AFP Romel Suntaxi, experto del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi).
La sequía ha sido una preocupación creciente desde octubre del año pasado, cuando el entonces ministro de Energía, Fernando Santos, implementó racionamientos de hasta cuatro horas diarias. En ese momento, Santos alertó sobre la gravedad de la situación, calificándola como “la peor sequía de los últimos 50 años”, especialmente en la región oriental, donde se encuentran ubicados parte de los embalses.
La situación ha empeorado desde entonces, con los embalses alcanzando niveles de almacenamiento alarmantemente bajos. Esta situación ha llevado a nuevas y más drásticas medidas, como los apagones de larga duración experimentados este jueves.
Las autoridades ecuatorianas se encuentran trabajando en soluciones a corto y largo plazo para abordar esta crisis energética, que no solo afecta a los hogares, sino también a las actividades comerciales e industriales en todo el país.
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