Mañana se cumplen dos años de la muerte de Dolores O’Riordan, quien se convirtió en una leyenda musical al ser la vocalista de The Cranberries.
La artista fue la séptima hija de una familia profundamente católica. Tanto así, que su madre siempre pensó que se convertiría en monja. Un pensamiento que mantuvo, aunque desde pequeña Dolores mostró su poca afinidad hacia la religión y toda su pasión por la música. A los 12 ya había escrito su primera canción.
Además de ser reconocida por su talento, Dolores siempre fue considerada un ícono de la moda por su estilo rudo. Sin embargo, no siempre fue así, ya que de pequeña su mamá no la dejaba usar maquillaje y solo la vestía con trajes color rosa. Algo que cambió radicalmente con su entrada a The Cranberries.
Fue la misma voz de O’Riordan la que se convirtió en la banda sonora de su funeral. Su féretro salió entre aplausos y la canción When You’re Gone, incluida en el álbum de The Cranberries, To the Faithful Departed de 1996. Durante la misa también se escuchó la voz de Dolores cantando Panis Angelicus.
El disco póstumo “In the End” está nominado como Mejor Álbum Rock en los Premios Grammy, que se entregan este 26 de enero.