Aunque el concejal Lucho Arismendi increpado por la prensa de Barrancabermeja afirmó que no se habló de festivales durante la mesa extraordinaria del concejo, en un video se observa al presidente de mesa directiva, el concejal Darinel Villamizar, pedir que se tengan en cuenta para los debates extraordinarios dos ideas que en sus versiones anteriores han sido lideradas por Arismendi, el Festival del Tamal y el Concierto de Gospel y que ahora, extrañamente, serían propuestos y expuestos por los concejales Jasser Cruz y Holman Jimenez.
¿Cuál es la incomodidad entonces?
1. No es el momento de traer a colación dichos temas, es más, llega a parecer ventajoso por parte de los corporados. ¿En medio de una pandemia estamos hablando de tamales y música?
2. La comida y la herencia musical son temas importantes y trascendentales, pero, ¿Gospel? Qué tiene que ver ese género musical con nuestra identidad y por qué debería la administración municipal institucionalizar algo así. ¿Qué beneficios tiene para la ciudad ? ¿Es una iniciativa autosostenible? O un concierto para cuidar capital político y obtener votos.
3. No está bien que se mezcle la fé y la política, ese tema tiene tanto de largo como de ancho, no está bien.
4. Hay un montón de líderes con iniciativas de festivales y fiestas en la fila para ser institucionalizados, el ideal es que se analizarán cuáles sí y cuáles no, en conjunto, para ver la relevancia y pertinencia de cada uno, con las variables que eso acarrea.
5. La cultura, es mucho más profunda que una fiesta de unos pocos, ya lo dijo Vargas Llosa a todo le quieren llamar cultura para no contemplar sujeto inculto. Entonces, cuando logremos que nuestros concejales y dirigentes tengan una visión de ciudad clara y compartida; las iniciativas que sean relevantes sin importar el tinte político, tendrán su espacio en igual de condiciones que los aliados del gobierno de turno.
6.No es un estudio , pero, la conversación en redes por parte de artistas y gestores culturales influyentes de la ciudad marcó una clara incomodidad con el tema. Llegando a afirmar que presuntamente se utilizan la institucionalización de festivales con el fin de beneficiar a unos pocos y mal versar fondos para unos pocos.
7. Estar en desacuerdo es una posibilidad en la democracia, preocupante la gente demasiado buena que por estar “alineada” es incapaz de incomodarse para defender lo correcto. La gente demasiado buena como para desobedecer, ha permitido las peores injusticias de la historia.
Para finalizar, de pronto no mucho pero espero servir algo, pa alguna cosa. No más palabra su señoría, y sin cilantro por favor.