Luego de un mes y nueve días desde que se registrara el primer bloqueo en la galería auxiliar de desvío, la atención a la contingencia avanza y el número de damnificados aumenta en los asentamientos cercanos al río Cauca.
Lo que no varía, por ahora, es el nivel de alto riesgo que afronta el proyecto hidroeléctrico y que presenta tres complicaciones: el nivel de los caudales, los movimientos de tierra en la margen derecha del embalse y la estabilidad de la presa que se ve amenazada por filtraciones.
Esto podría ocasionar desde un derrumbe de medianas dimensiones, una nueva creciente súbita o una avalancha de grandes proporciones que colapse el proyecto y comprometa a pueblos aguas abajo de hasta cuatro departamentos del país.
Sobre el desarrollo de las variables que mantienen en alto riesgo el proyecto, la empresa informó que en las últimas 24 horas el comportamiento de la montaña ha sido estable, pero “con deslizamientos de material superficial que alcanzan velocidades menores a los 10 milímetros por hora, es decir por debajo del umbral de alarma”.
En bajo caudal de las filtraciones de agua en el muro del embalse, por su parte, han permitido que se adelanten las tareas programadas con bentonita para poder sellarlas.
Mientras trabajan para alcanzar la cota 415, el nivel del embalse se ubica ahora en 393,55 msnm, con una tasa de ascenso de 0,4 metros por día.