La Confederación Europea de Institutos de Auditores Internos presentó un informe donde se resaltan las áreas de riesgo identificadas por los directores ejecutivos de auditoria en las diversas organizaciones.
Este se realizó a través de una encuesta a 579 directores de autoría interna de empresas europeas como Austria, Bélgica, Alemania, España, Francia, Italia, Luxemburgo, Países Bajos, Suecia, Reino Unido e Irlanda.
Dicho informe tiene la intención de contribuir a la elaboración de la evaluación de riesgos, planificación anual y la divulgación de los conocimientos y aprendizajes para contribuir al desarrollo.
La ciberseguridad y seguridad de datos
El teletrabajo masivo generado por la pandemia, incrementó los riesgos para la ciberseguridad. Asimismo, la detención o reducción significativa de la producción y distribución ha imposibilitado el desarrollo normal de las empresas
“«Lo anterior explica que este año han subido posiciones los riesgos laborales y de salud, algo lógico por el desafío sanitario de la pandemia. También crecen los riesgos financieros porque el shock y la caída de la demanda exige vigilar la liquidez para preservar la supervivencia. Crece también el riesgo climático y la sostenibilidad»”. refiere el informe.
De igual manera, establece un listado de los principales riesgos de Risk in Focus 2021
- Ciberseguridad y seguridad de datos (79%)
- Cambio regulatorio y cumplimiento (59%)
- Digitalización, nuevas tecnologías (51%)
- Riesgos financieros, de capital y de liquidez (42%)
- Gestión de capital humano y talento (35%)
- Respuesta a desastres y crisis (34%)
- Incertidumbre macroeconómica y geopolítica (33%)
- Cadenas de suministro, subcontratación (26%)
- Gobierno corporativo e informes (25%)
- Comunicaciones, gestión y reputación (25%)
“Factores como la gestión del talento, el bienestar del personal y los desafíos en la diversidad han tomado mayor peso”
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Por otra parte, se realizó el informe Global de Riesgos publicado por el Foro Económico Mundial en base a la encuesta de alrededor de 700 expertos en donde se indagó frente a las preocupaciones para la próxima década, cómo interactúan los riesgos globales y dónde existen oportunidades la actuación colectiva de dichas amenazas.
En dicho informe establece el siguiente panorama:
La brecha digital
La falta de acceso a la información, los algoritmos sesgados, la ampliación de la brecha de las habilidades digitales y la regulación inadecuada propicia el incremento de la desigualdad social.
No hacer un abordaje significativo, desencadenará la afección en la cohesión social y su desgaste. Las organizaciones y gobiernos deberán buscar nuevas asociaciones y enfoques para regular y reestablecer dicha cohesión sin el compromiso del avance tecnológico.
La generación de la pandemia
Las desigualdades intergeneracionales entre los jóvenes se han visto afectadas potencialmente por el COVID-19. La educación, migración, y la salud mental son elementos de afectación en dicha generación. Aportar por el empoderamiento y la participación social posibilitará la recuperación de la pandemia.
Las fracturas globales
La competencia entre superpotencias y la intensificación de las rivalidades impedirán la influencia de naciones del G20 -países industrializados y emergentes- en las relaciones internacionales y dividir la geopolítica y desestabilizar el orden mundial propiciando retrasos en los progresos.
Presiones en la industria
Se deben generar estrategias e inversiones durante la recuperación de la pandemia entorno a el poder y la influencia de los estados nación, la concentración del mercado entorno a la tecnología y la presión de consumidores, empleados y sociedad ya que comprenden desafíos complejos en la industria mundial.
Cambio climático
La falta de intervención y acciones radicales frente al cambio climático contribuye a que los riesgos ambientales desencadenen consecuencias y probabilidades altas en las tasas de enfermedades infecciosas, por tanto, es un llamado a la acción para mitigar las consecuencias inminentes.
La pandemia del COVID-19 ha puesto en panorama las reducidas capacidades a nivel global para hacerle frente a una situación como la que se vivencia actualmente y, asimismo, las dificultades en la gestión de crisis de las naciones y entre las mismas para salvaguardar a los ciudadanos.
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