Este año se cumplen 20 años de la masacre de aquel 28 de febrero de 1999 en donde un grupo de paramilitares asesinó a 8 personas, dejó 2 heridas y 2 desaparecidas. De estas últimas no se sabe su paradero aun.
Por esta razón, mañana jueves 28 de febrero, se invita a toda la comunidad barranqueña a la conmemoración de las víctimas, para acompañar a sus familiares y participar de las diferentes actividades alusivas al día, desde las 8:00 am en el Parque de la Vida, con el fin de recordar a sus seres perdidos en este violento acto.
Daniela Gil Ramírez, hija de Jesús Daniel Gil Mosquera, comerciante asesinado en esta masacre, dijo que para ellos como víctimas, es muy importante contar con el apoyo y compañía de todos, pues lo que se busca es garantizar la verdad, la justicia y las garantías de la NO repetición de estos hechos lamentables.
“Nuestros familiares estuvieron en esa masacre, queremos que no se repitan estos actos de crueldad, y queremos que se conozca la verdad a raíz de lo que nosotros las víctimas podemos hablar”.
Leidy Barrosa Amaya, hija de Cesar Andrés Barrosa Amaya, otra víctima de la masacre, también quiere honrar la memoria de su padre, y pide que estos actos terroristas no queden en el olvido
“Queremos honrar la memoria de nuestros familiares. Se ha podido comprobar que fue organizada por paramilitares en complicidad con el Estado. Por eso nosotros como víctimas buscamos que se sepa la verdad de qué pasó, quienes fueron y por qué sucedió. Por eso hacemos un llamado a la sociedad para que no caigamos en ese olvido colectivo de los sucesos que han enlutado a Barrancabermeja”
Pedro Vicente Palacio tiene 84 años y es una víctima sobreviviente de la masacre, contó con nostalgia como vivió aquel día:
“Yo recuerdo que pasó un domingo a las 4 pm, cuando entraron los paramilitares al barrio Provivienda empujando y amenazando la gente. Yo estaba al pie de la tienda de don Roberto cuando llegaron los paramilitares dándole plomo a la gente, entonces yo estaba cerquita a la tienda y le dije: ay señor no vaya a hacerme nada a mí, yo no le debo a nadie. Entonces me dijo: ábrase. Yo me abrí. Pero llegó y ¡pam!, me zamparon los tiros.
Ahí me cogieron y me llevaron al hospital y allá en el hospital me tiraron “muerto”. Cuando llegaron amigos míos y familiares a preguntar por mí, me tenían tirado junto a los muertos, ya para morirme allá. Entonces dijo la muchacha Gladys que es allegada a mí, dijo: ese señor no era guerrillero, era un hombre trabajador, y ahí fue donde me atendieron un poquito y al otro día me mandaron para Bucaramanga. Después que me dispararon a mí, cogieron y mataron al hijo de Delio Mejía, un tiro en la barriga le sacó las tripas, ahí pasaron donde el compadre Orlando, también lo mataron, y ahí para allá no recuerdo, me tiraron a un hueco, muerto mejor dicho no me acuerdo de más nada al otro día me llevaron para Bucaramanga.”
Dentro de las actividades habrá galería fotográfica, biografía de cada uno de los asesinados y desaparecidos, intervenciones culturales, eucaristía y la proyección de un documental del día que ocurrieron los hechos.
Se extienden la invitación y se pide a la comunidad no olvidar esta fecha tan importante que marcó la vida no solo de las personas afectadas directamente, sino también la historia de la época de violencia que vivió la ciudad décadas atrás.
Así mismo, la Comisión de La Verdad y el Colectivo 28 de Febrero promueven la campaña “Un minuto de vida” invitando a que todos ofrezcamos un minuto de vida con el fin de conmemorar a las víctimas de la guerra y reconocer que nuestro papel en la paz sin lugar a dudas es la verdad. #NuestroPapelEnLaPazEsLaVerdad.