El proyecto de ley que busca establecer la castración química para violadores de menores de edad pasó este martes su primer debate en Cámara.
Los argumentos de quienes impulsan esta iniciativa se basan en que la violencia sexual en Colombia contra esta población es un flagelo que no cesa. Por ejemplo, de acuerdo con el Instituto de Medicina Legal, entre enero y agosto de este año se registraron 15.408 casos.
“La castración química obligatoria para los violadores al cumplir la pena carcelaria, es una medida necesaria para protegerlos”, dice el representante a la Cámara Álvaro Hernán Prada, quien radicó la iniciativa.
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Sin embargo, expertos médicos y juristas destacan que esta no sería la solución para reducir los indicadores de violencia sexual en el país, pues argumentan que la educación debe primar en la familia.
El abogado penalista José Fernando Ortega sostiene que es una propuesta medieval e incluso, asegura que la pena privativa de la libertad también da muestras de fracasos para encarar la resocialización de quienes cometen este delito, pues pueden reincidir.
Ortega asegura que “el enfoque debería ser médico y siquiátrico, o por lo menos abordarlo desde una mirada clínica”.
Una mirada similar tiene la sicóloga Francia Correa, quien asevera que esta es una enfermedad, llamada parafilia, que incluye comportamientos sexuales atípicos –como la violación–, por lo que también sugiere un enfoque clínico y no una pena carcelaria.
No obstante, el representante Prada se mantiene en que la castración servirá para que el victimario no reinicida y recuerda que esta medida se aplica en algunos estados de Estados Unidos, Polonia, Rusia y Estonia, entre otros.
Además, el representante Prada señala que le cambiará al nombre al proyecto, y quedará como “terapia para inhibir el deseo sexual”. Hay que recordar que incluso el director de Medicina Legal, Carlos Valdés, se ha opuesto a la iniciativa, argumentando que el proceso de castración química puede revertirse con otro tipo de medicamentos.
