La no posibilidad de extraer los productos agrícolas que producen, la contaminación al río Magdalena, la sedimentación con la posibilidad de formaciones de playa en la mitad de la cuenca hídrica, el taponamiento a las vías acuáticas de acceso y otros aspectos, son algunos de los factores de riesgo que comunidades ribereñas de Santander, Antioquia y del Sur de Bolívar (todas pertenecientes a la región del Magdalena Medio) denuncian, señalando que la principal culpable es la concesionaria Navelena y las acciones que está desarrollando sobre el río Magdalena.
Según comunidades aledañas al ‘Río Grande’, la principal afectación se representa en el taponamiento que la empresa les está haciendo, impidiéndoles la salida de los productos que cultivan, principalmente plátano, yuca, maíz y más. Así mismo las personas, entre ellos líderes comunitarios, operarios de lanchas, pescadores, agricultores y gente de oficios varios, aclaran que la multinacional realiza labores de dragado en las cuales edifican pilones de arena los cuales quedan al sol y generan, con el paso del agua y del tiempo, que nuevamente se destruyan y terminen por bloquear las desembocaduras de los canales, tal como pasa en la del rio Cimitarra.
Así nos lo hace conocer Julio Manuel Valdovino, quien pertenece a la vereda de cimitarra desde hace 34 años y desempeña labores de transporte por el río con una su canoa, la misma que nos llevó por esta travesía. Inicialmente él comenta que las familias damnificadas por estas “labores irrespetuosas y con perjuicios sociales y ambientales”, ascienden fácilmente a las dos mil. Que desde hace más de siete meses se han visto seriamente afectados por las acciones que la compañía empezó a realizar a la orilla del cauce, promoviendo la insatisfacción y descontento de las personas que, “deben hasta transitar más de medio kilómetro para venir a tomar agua del río, que a su vez debe cumplir estas labores de primera necesidad”.
De la misma forma Delia Esther Martínez, habitante de la vereda La Felicidad en Yondó (Antioquia), sostiene que ellos, la empresa, no tienen ningún derecho a alterar las vías de acceso o de salida de los canales hacia el río para beneficio personal. “Si ellos quieren hacer eso, entonces que nos entreguen un vía por la cual nosotros podamos salir porque ni siquiera para llegar a Yondó tenemos carretera. Si Navelena no está dispuesta a reparar los daños que hacen, nosotros no estaremos dispuestos a dejarnos quitar el único lugar por donde nuestros productos pueden salir”, concluyó.
La mujer, mayor ya, fervientemente sostuvo que el problema del acueducto es una situación muy grave en el territorio porque carecen del mismo.
Finalmente Oscar Sampayo, integrante del grupo de estudios sociales, extractivos y ambientales del Magdalena Medio, comentó que son más de 30 comunidades las que se están viendo seriamente golpeadas con las medidas de dragado y sedimentación que la empresa está realizando. “A orilla del rio Magdalena, a tres kilómetros del desembocadura del rio Sogamoso, sobre el rio Magdalena nos encontramos con diferentes líderes con el propósito que se conozca el impacto que generan los proyectos como el de navegabilidad del rio Magdalena sobre comunidades que colindan con esta fuente acuática”, comentó el ambientalista, aclarando que buscan preservar el río, pero que con actividades como la de extracción de recursos, siempre terminan causando, de una u otra forma, impactos sociales y ambientales de magnitud considerable.
Por ejemplo, concluyeron los entrevistados, una de las consecuencias más notorias es la del alza de los precios en el transporte debido a que deberán buscar otras zonas de acceso o salida. Además el tiempo que tardarían en extraer o arribar elementos de primera necesidad humana y de uso doméstico o aseo personal.
Finalmente el recorrido por el río, en éste y otros sectores, permitieron evidenciar cómo las labores ejercidas por Navelena y otras compañías más, han influenciado en un deterioro de alto impacto sobre el río, contrario a lo que muchas instituciones de carácter público y privado, han manifestado.