A los incalculables daños que están padeciendo la fauna y flora en inmediaciones del pozo 158 y los kilómetros que lograron avanzar sobre los cuerpos de agua por parte del hidrocarburo emanado, se suma otra afectación más, y es la contaminación del alimento base por tradición de Barrancabermeja y comunidades ribereñas aledañas como el corregimiento El Llanito y La Fortuna.
¿Pescado con crudo?
Los pescadores de Barrancabermeja y lugares aledaños han alzado su voz de molestia por el sabor que han tomado los pescados recolectados en los últimos días, asegurando que el pescado al ser consumido sabe a petróleo, razón por la cual ahora no sólo pierden los alimentos de sus mesas, sino la venta, sustento para sus hogares, afectando directamente el turismo.
Juan Carlos Amaya, pescador del lugar asegura que aunque continúan saliendo a pescar, las personas que con regularidad compraban ya no lo hacen.
Asimismo Lelis Blanco, comerciante del alimento asegura que tanto la comercialización como el turismo han descendido significativamente durante los últimos días, una vez se conoció la grave situación ambiental.
Se estima que la emanación de crudo, gas, lodo, aceites y aguas han acabado con la vida de más de 800 animales, resaltándose la mortandad de peces como el mayor problema.
Aunque la mancha llegó hasta el Río Sogamoso, Ecoptrol afirma que las aguas no están contaminadas con el crudo, aún así la alcaldesa(e) de Barrancabermeja, Francy Elena Alvarez, exigió a Ecopetrol entregar pruebas de laboratorio donde se comprueben dichas afirmaciones.
“Estamos mamados de pedir información a ustedes, no hay información científica, exigimos que entreguen los exámenes de laboratorio, donde certifique que no hay contaminación del agua y el pescado y poder dar un parte de tranquilidad a la comunidad” Afirmó la funcionaría
Las ayudas
No obstante, familias que han sido reubicadas en hoteles temporalmente, manifestaron que desde hace días no cuentan con necesidades como el transporte y la salud, ante la necesidad de movilizarse a los puestos de salud para que los atiendan.
“También nos hace falta lo del sustento porque lo hemos perdido todo”, comentó Deicy Triviño, quien aun así mostró agradecimiento por tener un techo donde descansar junto a sus hijos.
No es el caso de Angélica González, quien con angustia cuenta que ahora en su nevera no hay alimento alguno para sus cinco hijos.
“Mi esposo está desempleado y el poco sustento que podíamos sacar el río ya no es posible. Recibimos ayudas de nuestros conocidos”, ilustró la mujer angustiada frente a la situación.
Ante el desolador panorama que atraviesa la comunidad y la fauna y flora es fácil encontrar casos como de familias enteras que por generaciones vivieron del río, del pescado y su comercialización, pero que ahora ven cómo se les diluye entre las manos el agua negra por los componentes que ahora la contaminan.
El gobernador
Finalmente la ciudadanía expresa su rechazo a lo acontecido, como también lo manifestó el Gobernador de Santander, Didier Tavera, que Ecopetrol y las empresas contratistas mostraron incompetencia e incapacidad para atender la emergencia ambiental presenciada y que dejará huella por varias generaciones venideras.
La respuesta
Ante las críticas, el vicepresidente de Desarrollo Sostenible de Ecopetrol, Ernesto Coral, respondió a un medio nacional que la empresa se reunió con algunos líderes de las asociaciones de pescadores que congregan a más de 1.200 de ellos para establecer una propuesta con el fin de unificar labores de restauración de los hábitats que ellos bien conocen.
Ante esta última precisión, Ecopetrol ya estableció aumentar el número de colaboradores pesqueros en la zona de influencia