A casi tres años de iniciado el gobierno de Gustavo Petro, su apuesta por la paz total logra un hito significativo con la entrega de armas por parte de Comuneros del Sur, un grupo disidente del ELN que decidió iniciar un proceso de paz independiente. Esta es la primera desmovilización formal dentro de los diálogos impulsados por el Ejecutivo, marcando un paso concreto en una agenda que ha enfrentado múltiples desafíos.
El grupo, que opera en el departamento de Nariño desde 1992 y se separó oficialmente del ELN en mayo de 2024, tiene presencia en diez municipios de la región de Abades. Aunque no es una de las estructuras más grandes, su decisión de abandonar las armas representa un avance simbólico y estratégico para el gobierno, que busca construir paz desde lo territorial y con actores armados emergentes o fragmentados.
