Este domingo 13 de marzo se materializó el protocolo para el voto trans; una guía encaminada a garantizar que las personas trans votaran en condiciones de igualdad, sin obstáculos ni discriminaciones. Así le fue, de acuerdo con la Misión de Observación Electoral (MOE).
Con esta iniciativa, liderada por Caribe Afirmativo, la Fundación Grupo de Acción y Apoyo a Personas Trans (GAAT) y la MOE, se capacitó sobre la orientación sexual diversa, la identidad de género y los procedimientos ordinarios en los puestos y mesas de votación.
De acuerdo con el primer informe de la MOE, el 57,5 por ciento de las personas observadoras realizaron seguimiento a la implementación del protocolo. En el 66 por ciento de las mesas observadas no se identificaron piezas pedagógicas relacionadas con las garantías de las personas trans a la hora de votar.
“Se resalta que en un 34 por ciento sí se encontró este tipo de información; lo que indica que el protocolo avanza en su aplicación”, indicó la organización.
Aún así se reportaron casos de discriminación
Asimismo, se registraron dos casos en los que se le negó la entrada a dos personas con experiencias de vida trans en calidad de observadores. Sin embargo, la Registraduría intervino y les habilitó el ingreso.
También se reportaron 11 casos en los que algún miembro de la fuerza pública o funcionario emitió algún comentario o expresión que afectó su identidad y esperesión de género. Estos se registraron en Arauca, Antioquia, Bogotá y Magdalena.
Finalmente, dos de las personas observadoras con experiencias de vida trans que habían hecho el cambio de nombre y sexo en su documento de identidad enfrentaron trabas a la hora de ejercer su derecho al voto; por no haber concordancia entre la información de las entidades y su identificación. Así, las personas votaron con su nombre anterior, “lo que da cuenta de la falta de actualización de estos cambios de nombre y sexo, en las diversas bases de datos de la Registraría“, expresó la MOE.
¿Cuál era la expectativa?
Las organizaciones que trabajaron en el protocolo no tenían grandes expectativas; partiendo de que históricamente el lugar de votación no ha sido un lugar seguro para esta población.
En las semanas previas a los comicios, las organizaciones líderes hicieron pedagogía para animar a esta población a ejercer su derecho al voto. No obstante, tenían muy presente que el protocolo podía no implementarse de manera efectiva; debido a que las entidades no hicieron un gran esfuerzo para hacerlo realidad.
“No les echamos la carga a las personas trans, sino al hecho de que las instituciones han hecho el menor esfuerzo posible en implementarlo”, dijo Tomás Anzola, líder del proyecto en la fundación GAAT.
En estos días, las organizaciones esperan publicar el informe oficial de la jornada; y harán una serie de recomendaciones para mejorar su implementación e impacto con miras a las elecciones presidenciales de mayo.
Cabe resaltar que las organizaciones también habilitaron diferentes líneas para recibir información sobre actos de discriminación, por lo que estos datos podrán conocerse en dicho informe.
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