La detención de Miguel Camilo Parra se hizo en Fusagasugá, Cundinamarca, donde él se escondió en una zona boscosa; quedó a disposición de la Fiscalía.
Parra, que de acuerdo con amigos de la víctima, la golpeó con una de las hachas que coleccionaba, se escondió en casas de amigos de Bogotá, Mosquera y Fusagasugá, donde finalmente fue capturado, según Blu Radio.
Las autoridades llevaban cerca de dos semanas buscándolo, y lograron dar con su captura en la noche de este lunes, luego de que él saliera del escondite que tenía en una zona boscosa de Fusagasugá, donde, aseguró la emisora, estuvo por dos días.
Parra, dijo la emisora, se cortó el pelo y la barba para cambiar de apariencia y despistar a la Policía. No obstante, sus movimientos quedaron registrados en cámaras de seguridad, por lo que los agentes lo pudieron reconocer y dar con su ubicación, agregó el medio.
El ataque por el que fue detenido Parra se dio el pasado 16 de octubre delante de un menor de 12 años, hijo de ella, que tuvo una rápida reacción por la que la víctima logró sobrevivir, tras recibir golpes en la cabeza y cara.
De acuerdo con amigos de la víctima, el agresor, al que Ferro conoció por Tinder, era un hombre violento, con delirios de vikingo y una obsesión absurda con la estética lumbersexual, moda que se asemeja al aspecto de un leñador norteamericano.
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