Al principio, al paciente identificado como Raúl Vásquez de 53 años le diagnosticaron un cuadro de bronquitis manejable, pero después lo trasladaron a la Unidad de Cuidados Intensivos; desde ahí su esposa, Laris Olarte, no lo volvió a ver, dijo ella.
A la mujer le pidieron salir de la clínica, de acuerdo con el testimonio que recoge la emisora, porque Vásquez era un posible caso de coronavirus, y ella podía estar infectada.
Cuando Olarte volvió para preguntar por el estado de salud de su marido le dijeron que el hombre, que dio negativo en la prueba de COVID-19 —narró la esposa al medio—falleció por un paro respiratorio. Pero tampoco lo dejaron verlo.
Días después le entregaron el certificado de defunción y, cuando fue a reclamar el cuerpo, le dijeron que no lo tenían y “que no sabían dónde estaba”, mencionó la mujer a la frecuencia radial. La clínica tampoco certificó la salida del cadáver, informó Caracol Radio.
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El abogado de Olarte aseguró que “la coordinadora de la clínica dijo que tenían una sala transitoria, que funciona con un aire acondicionado para mantener los cuerpos sin vida, y confirmó que el fallecido estaba en estado de descomposición. Se pidió el servicio a la Funeraria Americana, pero se encuentran con que el cadáver no está y no sabemos que pasó, porque en la morgue tampoco está”, citó el medio.
Ante la insólita situación, la familia del fallecido empezó un proceso legal contra la clínica.