En la vereda Rosa Blanca, al norte de Bucaramanga, se conoció la trágica muerte de un niño de 19 meses, quien perdió la vida al caer en un balde con agua.
De acuerdo con la información preliminar proporcionada por las autoridades, la madre relató que descubrió a su hijo sumergido en un balde con capacidad para aproximadamente 30 litros. A pesar de realizar maniobras de reanimación y llevarlo rápidamente al Hospital Local del Norte, el niño ingresó sin signos vitales.
La madre explicó a la Policía Metropolitana de Bucaramanga que recolectaban agua en baldes en su hogar debido a las frecuentes fallas en el acueducto de la vereda. Esta práctica se volvía esencial para la comunidad.
Ante este incidente, la Policía Nacional ordenó una investigación por parte de la Sijín. La Intendente Jenifer Katerin Durán Marín, encargada de la prevención y control de la infancia y adolescencia, emitió recomendaciones de seguridad. Estas incluyen la supervisión constante por parte de un adulto, la enseñanza a los niños sobre lugares peligrosos y la delimitación de acceso a los mismos.
La oficial también instó a evitar dejar agua en recipientes al alcance de los niños, mantenerlos tapados si es necesario y alejar a los niños de zonas de preparación de alimentos. Además, desaconsejó el consumo de alcohol en presencia de niños.
La comunidad se solidariza con la familia, especialmente con la pérdida del miembro más joven. Este trágico suceso destaca la importancia de seguir medidas de seguridad para prevenir accidentes que involucren a niños, niñas y adolescentes.
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