Barrancabermeja política

Mi abuelo me enseñó que la política es el arte de gobernar a los pueblos, pero para ello era necesario participar de un proceso democrático limpio y honesto, no por nada en su época quienes se postulaban a cargos de elección popular eran los ciudadanos más ilustres, que cargaban en sus hombros el honor de trabajar por el bienestar de sus conciudadanos.

Sin embargo, hoy en día hacer política parece más un reality show que un ejercicio elegante y de honra, en el cual los seguidores de cualquier candidato se preocupan más por dar a conocer las carencias y problemas de los contendores que las ideas y propuestas del líder de su proceso.

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En este camino terminan enarbolando banderas pasionales cargadas de odio en contra de los demás candidatos, olvidándose que durante los últimos 4 años quien fue escogido como alcalde local se encargó de dividir a la ciudad en dos bandos: amigos y enemigos de la alcaldía.

A pesar de sentirme agobiado por esta situación, me di cuenta que en esta carrera política barranqueña hay también razones por las cuales alegrarse, por ejemplo, me parece increíblemente sorprendente el talento en cuanto a producciones audiovisuales que hay en la ciudad, apenas un diamante en bruto que nos puede poner en el radar nacional por las posibilidades que puede traer hoy en día la economía naranja o creativa.

Impresionan las campañas publicitarias y de mercadeo que están a cargo de cada candidato, que incluso cualquier persona podría terminar indecisa sin saber por quién votar debido a la buena imagen que cada uno aparenta tener.

Pero una de las cosas que más me ha llamado la atención es la cantidad de personas movilizadas por el interés de hacer parte de alguno de los proyectos políticos actuales, deseosos de poner su granito de arena para hacer de Barrancabermeja una mejor ciudad, jóvenes, adultos, hombres y mujeres con ganas de trabajar por el desarrollo del municipio, de luchar contra la corrupción y ayudar a los barranqueños que más lo necesitan.

Impresiona también que sus aportes no son limitados y van desde lo logístico hasta lo intelectual y académico, pues están dispuestos a caminar la ciudad, a conocer las condiciones de todos los barrios, la gente y sus necesidades, a alzar banderas y repartir volantes, pero también a pensar en proyectos y programas de desarrollo, ideas para mejorar el medio ambiente, la infraestructura, el deporte, la salud y la educación.

Esta contienda electoral debe ir más allá de las peleas en redes sociales, pues le está aportando a generar esos nuevos liderazgos que tanto necesita la ciudad.

Sé muy bien que es muy difícil no apasionarse con la política, pero malas experiencias de peleas innecesarias con familiares y un consejo sabio de mi papá me hizo entender que no vale la pena. También es importante y necesario entender que ese candidato que cada uno apoya es el líder del proceso, pero son esos trabajadores incansables quienes lo sostienen.

En definitiva, la ciudad y la Alcaldía es entre todos, pues es así que Podemos hacer más por una Nueva Barrancabermeja, más Cívica; más Libre, Humana y en Paz. ¡Claro que sí!

“No dudes jamás de que un pequeño grupo de ciudadanos clarividentes y comprometidos puede cambiar el mundo.” (Margaret Mead)

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