Al recorrer las calles de Barrancabermeja, es evidente el aumento de personas dedicadas a diversas actividades deportivas y/o recreativas de sano esparcimiento, con altos niveles de disciplina, intensidad y vocación de permanencia en el tiempo. Particularmente, el crecimiento de la práctica del ciclismo en horas de la noche, la importante afluencia de público en los parques haciendo deporte y la vinculación de personas de todas las edades en los diversos gimnasios de la ciudad, llaman poderosamente la atención y son clara muestra de un progresivo y creciente cambio de estilos de vida en el puerto petrolero.
Una rápida búsqueda del significado de la palabra fitness, nos lleva a definiciones comunes que podemos resumir en la siguiente: “un estado de bienestar generalizado de salud física y mental logrado a partir del desarrollo de una vida sana, la cual se basa en la unión inseparable entre entrenamiento y alimentación”. Si bien el término fitness está fuertemente asociado al desarrollo de rutinas de ejercicios físicos que se realizan por lo general en espacios deportivos específicos, como los gimnasios (aeróbicos, pilates, CrossFit, pesas, ejercicios de musculatura, abdominales, estiramiento, entre otros), partiendo del uso general y coloquial que se le da a la palabra, podríamos incluir en el concepto fitness, las numerosas prácticas deportivas que desarrollan las personas de manera continuada y sostenida en el tiempo a efectos de lograr una buena condición física y de salud. Y en un sentido más profundo, pudiéramos hablar si se quiere, de una filosofía de vida, que implica hábitos, comportamientos y formas de ver y asumir la existencia.
Las motivaciones para asumir un estilo de vida fitness, son variadas, pero oscilan entre la búsqueda de la salud, la superación personal y la estética; de manera que bajo el principio de estar bien por dentro y por fuera; la salud, la belleza y la autoestima, empiezan a confluir como objetivos fundamentales en el cambio de hábitos y comportamientos. Sin embargo, más allá de las variadas motivaciones y aspiraciones personales, este cambio actitudinal en segmentos cada vez más amplios de la sociedad, a su turno ha generado una paulatina transformación en muchas prácticas, costumbres y usos sociales, tales como: el aprovechamiento del tiempo libre, la manera y los destinos para disfrutar las vacaciones, , los hobbies, los hábitos de alimentación, la adquisición de bienes y servicios y hasta los temas de conversación y los espacios de socialización, relacionamiento e integración entre las personas.
Dicho de otra manera, el proceso de adopción de un estilo de vida fitness, ha venido integrando diversas actividades, que hoy hacen parte de la rutina cotidiana, conjunta e integrada de más personas. Un ejemplo claro de ello, es la relación cada vez más estrecha entre grupos de personas fitness y la práctica simultanea y colectiva del turismo de aventura, el senderismo, los ciclo paseos, la asistencia a los restaurantes orgánicos y vegetarianos, a zonas de relajación, el paisajismo, las expediciones ecológicas, la implementación de la agricultura urbana y ecológica, entre otros.
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Finalmente, es importante destacar, que este fenómeno cultural, marca una tendencia creciente en la ciudad, que genera a su turno grandes oportunidades de negocio y retos administrativos. Desde el punto de vista comercial, es importante que los empresarios analicen el potencial mercado que está surgiendo de estos nuevos consumidores saludables para ofertar bienes y servicios que satisfagan sus expectativas y necesidades particulares; urge por lo tanto un estudio de mercados sobre el particular, que permita desarrollar cadenas productivas y circuitos económicos en torno a los estilos de vida saludables. Ahora bien, desde el punto de vista de la administración, nace el reto de convertir a Barrancabermeja en una ciudad fitness, como apuesta en materia de prevención en salud y la búsqueda de mayor calidad de vida para sus ciudadanos, a través de la construcción de parques lineales y ecológicos para la realización de senderismo, adaptación de más gimnasios biosaludables en los parques del Distrito, construcción de ciclo rutas, realización del recreo vías nocturnas, suscripción de convenios con los gimnasios de la ciudad para que apoyen los procesos de acondicionamiento físico de la población en espacios abiertos al público, la realización de maratones, festivales de gastronomía saludable, entre muchas otras propuestas, que dependen del grado de creatividad, innovación y dialogo social que le imprima el gobierno distrital a la formulación y ejecución de su plan de desarrollo.