Ahogamiento secundario, afección poco conocida que puede causar la muerte

El ahogamiento secundario es una patología poco frecuente, y por esa misma razón poco conocida, pero el conocer su existencia puede hacer que se salven vidas.

El término ahogamiento secundario se utiliza para definir una situación que puede ocurrir después de un ‘casi ahogamiento’, es decir, cuando un niño cae a una piscina o en el mar. Generalmente tras quedar inconsciente entra agua en sus pulmones.

El niño puede responder bien a las maniobras de reanimación cardiopulmonar, (de resucitación) y queda ileso. (‘casi ahogamiento’).  Pero después de un periodo ventana, que puede durar desde una hora hasta 48 ó 72 horas, la función pulmonar se deteriora, y el niño comienza a mostrar síntomas como:

  • Dificultad para respirar.
  • Tos intensa.
  • Cansancio extremo.
  • Comportamientos extraños signo de una actividad cerebral anormal (dificultad para pronunciar palabras, pérdida de memoria, falta de atención).

Esto ocurre porque el agua que ha entrado hasta el fondo de los pulmones, es decir, los alvéolos, produce una irritación anormal y provoca la pérdida de surfactante (que ayuda a que los alvéolos se mantengan abiertos). Puede ocurrir después de un ‘casi ahogamiento’ en agua dulce o salada.

Por eso después de un episodio de este tipo se debe llevar al niño al hospital, ya que debe permanecer unas horas en observación. Si el niño ha tenido que ser reanimado o ha sido algo más que un simple trago de agua deberá ser valorado por un médico y reevaluado tras unas horas.

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