Los habitantes y comerciantes del sector de Lisboa, ubicado a lo largo de la vía que conecta Bucaramanga con Barrancabermeja, describen los constantes derrumbes y daños en la carretera como un problema de nunca acabar. Tras las recientes afectaciones provocadas por fuertes lluvias y desprendimientos de rocas, la situación ha empeorado, impactando gravemente la economía local.
La vía Bucaramanga – Barrancabermeja es una de las principales rutas que conecta el área metropolitana de Bucaramanga con la región del Magdalena Medio. Sin embargo, durante años ha sido afectada por problemas geológicos que provocan derrumbes frecuentes, especialmente en temporadas de lluvias. El reciente aguacero y la caída de rocas han dejado la carretera con paso restringido, afectando tanto la movilidad como las actividades comerciales de la zona.
Comerciantes como Jesús Alarcón, propietario del paradero La Elegancia, han experimentado pérdidas significativas debido a la reducción del tráfico. Según Alarcón, la situación ha llevado a una disminución del 80% en su clientela, afectando la sostenibilidad de su negocio y forzándolo a reducir el número de empleados. “Económicamente nos ha dañado muchísimo”, expresó, destacando que el sistema de “pare y siga” implementado en la vía ha hecho que los viajeros eviten detenerse a consumir en los paraderos.
La concesión Ruta del Cacao, encargada de la administración de la carretera, ha implementado medidas para habilitar el paso a un solo carril mientras se realizan trabajos para reparar los daños. No obstante, los residentes y comerciantes del sector sienten que las soluciones temporales no son suficientes y temen que los derrumbes continúen afectando la vía en el futuro.