En los últimos días, tanto el exdirector, como el exsubdirector de la UNGRD (Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastre), Olmedo López, y Sneyder Pinilla, han generado una ola de incertidumbre respecto al caso de corrupción al rededor de esta entidad. Recordemos que todo inició por una investigación relacionada con la adquisición y contratos irregulares de varios carro tanques para surtir agua en La Guajira. Tanto López, como Pinilla, se han convertido en los principales testigos.
Entre los más recientes señalamientos a presuntos implicados, se destaca el nombre del Ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla. Según algunas declaraciones de Olmedo López, que han tomado vuelo durante la última semana, al parecer Bonilla le habría solicitado al entonces director de la UNGRD que ofreciera contratos a congresistas, a cambio de votos que favorecieran sus propósitos en la comisión.
El pasado 25 de junio, en declaraciones ante la Corte Suprema de Justicia, Olmedo López explicó el plan que presuntamente le ordenó Bonilla. «Entrega de contratos dirigidos a cambio de que el ministro logre el propósito en la comisión: que saque adelante su proyecto de ley o el tema de interés que corresponde a su cartera. Pero es a congresistas, no a ciudadanos». Explicó López.
Ante esto, el ministro manifestó ser inocente y expresó su compromiso ante la justicia.
Otros salpicados por el escandalo
Por otro lado, el nombre de María Alejandra Benavides, exasesora del ministro de Hacienda, también ha empezado a sonar. Pues el computador en el que ella trabajaba, al parecer desapareció este 19 de julio. En dicho equipo, se presumen haber pruebas que pueden ayudar en la investigación sobre el caso de corrupción de la UNGRD.
Según el medio investigativo, La Silla Vacía, «Benavides fue el enlace entre el MinHacienda y la Unidad de Gestión del Riesgo para direccionar tres contratos en El Carmen de Bolívar, Cotorra y Bojaba, Arauca. Los tres contratos suman más de 90 mil millones de pesos».
Esto se suma a la desaparición del disco duro de exasesores de la exconsejera para las regiones, Sandra Ortiz, también mencionada en el escándalo. Por su parte, López, ha insistido en que el presidente Petro no ha estado implicado.
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