El evento deportivo más esperado del año quedó empañado por momentos caóticos antes del pitazo inicial. Aficionados de las selecciones de Colombia y Argentina protagonizaron desmanes en las afueras del Hard Rock Stadium de Miami, Florida, donde se disputó el encuentro. El partido, programado para iniciar a las 7:00 p.m. (hora Colombia), sufrió un retraso de más de una hora debido a la lucha del personal de la organización contra los hinchas que intentaban ingresar de manera ilegal, incluso por los conductos de ventilación.
La situación se tornó crítica cuando aparecieron aficionados ensangrentados y otros desmayados por el calor extremo y el tumulto en las filas para ingresar al estadio. El calor insoportable fuera del estadio agravó aún más la situación, provocando descompensaciones en la multitud, incluyendo niños, que fueron auxiliados por el esquema de seguridad.
Este caos generó fuertes críticas por parte de la prensa internacional, que cuestionó la «mala organización» de un torneo de la magnitud de la Copa América. Medios como BBC, Marca, Deutsche Welle, CNN, ESPN, TyC Sport, Telemundo y Futbolred destacaron en sus portadas las imágenes de los disturbios entre aficionados y personal del evento. La portada de la BBC fue la más impactante, mostrando a un niño argentino visiblemente afectado por la situación.
Además de los desmanes y el calor, la falta de control de seguridad exacerbó el problema. La policía no revisó adecuadamente a los hinchas, permitiendo que ingresaran con objetos cortopunzantes, lo que aumentó la angustia de los asistentes. Algunos aficionados reportaron haber ingresado sin que se les revisaran las boletas, simplemente caminando hasta sus asientos sin control alguno.
Uno de los problemas más destacados fue el uso de entradas falsas. Los funcionarios detectaron irregularidades en las boletas presentadas por algunos aficionados, lo que generó discusiones y retrasos adicionales en el ingreso.
Este episodio ha generado preocupación respecto a la preparación del Mundial 2026, que tendrá a Estados Unidos, México y Canadá como sedes. La organización del evento deberá tomar medidas drásticas para evitar que situaciones como la vivida en la final de la Copa América 2024 se repitan en el futuro.
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