¡Abogado como deber y viajero por derecho!
Diego Andrés Borja Ruiz, es un santandereano que desde hace 6 años se lanzó a la aventura de viajar por el mundo; con cuatro camisas, un celular, y un pasaporte, así voló a rumbo desconocido. Hoy es un instagramer que ha consolidado una comunidad a nivel mundial que crece cada día más.
¡Caminando se llega a Roma, pues es verdad! asegura el hijo de Barrancabermeja (Santander) que, además, es abogado de profesión.
La inspiración para iniciar este camino de mochilero llegó luego de un viaje familiar; que le abrió la mente a un mundo por descubrir; la cultura de otros países y la belleza que se esconde fuera de Colombia fueron claves para decidir emprender el camino.
“Usted que va a hacer para allá si usted en Colombia lo tiene todo”
Cuando inició ni su familia ni amigos daban un peso por él; pero hoy se a ganado la admiración de aquellos que dudaron.
“Mi mamá hoy está orgullosa de que lo que hago, y sabe que es lo que me gusta y me hace realmente me hace feliz”, aseguró Diego.
La necesidad de aprender un idioma extranjero fue la llave principal para irse de Colombia, y aunque inicialmente iba por tan solo unos meses en el proceso fue descubriendo que había cosas más allá que lo asombraban y lo animaban a querer seguir explorando todo lo que tenía ante sus ojos.
Diego lleva 6 años en Australia desde que emprendió esta travesía de la que con orgullo hoy habla. Sin embargo, no todo fue color de rosa; parte del proceso fue tener que empezar realizando labores de servicio doméstico para subsistir en los países donde poco conocía. Pero todo esto fue importante para obtener la vida de mochilero activo y nómada que hoy tiene.
El joven además planea escribir su propio libro de historias para dejarlo a la memoria de todos aquellos que tenga la valentía de empezar de cero e irse de mochilero por el mundo.
¿Cómo se volvió Instagramer?
“Yo nunca vi esto como un formato que pegaría como lo está haciendo ahorita”, asegura Diego, quien además es abogado de profesión. Él cuenta que su facilidad en la oratoria fue fundamental para empezar a soltarse. Hoy estudia, se informa y muestra con datos veraces lo que la gente necesita para llegar a otros países.
Así fue armando su propia parrilla de contenidos, mostrando a través de diferentes formatos como es la vida en el exterior. Sumado a eso, el mochilero santandereano hace audiovisuales un poco más robustos en su canal de YouTube, que se llama, Diego caminando el mundo; pero, Instagram que es su red social más activa, conecta con sus seguidores con contenido de su cotidianidad.
A su paso, también ha descubierto las ventajas de esta vida de instagramer de viajes, la comunidad que hoy tiene le ha permitido crear relaciones con marcas intercambiando productos o servicios a cambio de publicidad en sus redes sociales pues logra que más aventureros visiten sus recomendados.
Diego ha logrado convertirse en una fuente confiable de los que deciden convertirse en trotamundos; muchas personas han solicitado la orientación del joven para agilizar su proceso de viaje, compra de tiquetes, saber dónde quedarse, cómo conseguir empleo, donde se pueden conseguir alimentos típicos colombianos y detalles que ayudan a tener una mejor experiencia en el extranjero, lo que lo hace sentir verdaderamente útil para la sociedad.
De sus viajes, uno de los países que más resalta es Tailandia; incluso Diego hace una leve comparación de Tailandia con Colombia debido a que ambos tienen diversidad de culturas, montañas, mares, ríos, la religión y una comida asombrosa. Por eso, reitera que este, es el país al que volvería una y otra vez.
¿Cómo es el proceso mental para viajar a tantos países?
El santandereano describe su experiencia como una manera de abrir la mente al mundo, de culturas, sabores arriesgándose a degustar con placer toda la comida que encuentre a su paso; “uno tiene que ser muy verraco para esto, cuando uno escoge esta vida” asegura.
También aconseja a quienes quieren viajar que, se deben despojar de tabúes, como que la gente es mala, que la comida va a saber mal por la apariencia física; si no, por el contrario, tener una actitud de disposición a aprender de la gente y de sus saberes.
El colombiano de 30 años, se describe como una persona que le gusta inspirar a los demás, y hace una invitación a los que tienen el impulso de viajar a “que migren, a que viajen porque hay que soltar las riendas de la cotidianidad, de la zona de confort, hay que dejar la rutina y salir a conocer el mundo”.