Desde el 19 de septiembre del año 2019 iniciaron las labores de remodelación del puente de pozo 7; desde entonces esta obra lleva un avance del 53% pese a que su inauguración fue planeada para cuatro meses después.
Esta obra al inicio fue planteada para una duración de cuatro meses, para ser inaugurada en el mes de febrero del año 2020, situación que no ha sido posible, ya que se han realizado cuatro aplazamientos y dos adiciones presupuestales.
El primer aplazamiento fue de un mes, el segundo de dos meses, el tercero de mes y 15 días y el cuarto de tres meses. Siendo a la fecha 12 meses.
Según los encargados de realizar las labores de remodelación, estos aplazamientos se deben a las condiciones del terreno, las cuales han afectado el debido proceder:
“En esos momento solo tenemos ocho trabajadores pero la otra semana ingresa más gente, lo que nos tenía varado era el tema de las lluvias y el caisson, también las tuberías que se encontraron en un momento en que no fueron predecibles. Si se veían por arriba pero no se podía ver la trazabilidad por debajo”. Destacó Juan Carlos Silva Supervisor del contrato de interventoría.
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El valor inicial de esta obra fue avaluado en 3.327millones de pesos más costos de la interventoría de 271 millones, por un valor de 3.598 millones de pesos.
Actualmente fue radicado una adición presupuestal por un valor de 825 millones más 64 millones de interventoría; quedando en un valor aproximado de 4.487 millones, con fecha de entrega y finalización de las labores el próximo 23 de febrero.
Ciudadanía
La ciudadanía de los barrios aledaños han manifestado que debido al retraso en estas obras no solo las calles del lugar han sido cerradas; también se presentarían represamientos en las canalizarnos de aguas contribuyendo a las inundaciones.
“La junta del asentamiento humano La Bendición de Dios ha recogido firmas para presentarlo ante la secretaria de planeación ya que más de 1600 familias quedarían sin vía por la construcción del puente de pozo7, también el Box-Culvert evita que pasen las aguas lluvias y no inundamos”. Destacó José Pimienta, líder de la comunidad.
Ante esto los encargos de la obra manifiestan que es mayor el impacto positivo que el negativo en el sector y que los asentamientos humanos construidos alrededor no son legales:
“La Bendición de Dios es un asentamiento, se pasó la solicitud a planeación y legalmente no están reconocido, ellos se ubican en cuotas bajas por lo cual siempre se están inundando y los rellenos que se deben hacer costarían demasiado dinero, esto trae beneficios al barrio Kenedy, Villarelis, y otros hay que ver el impacto positivos”. Afirmó Juan Carlos Silva, Supervisor del contrato de interventoría
