El mayor Yefferson Tocarruncho y el sargento Wadith Velásquez, fueron detenidos por la fiscalía, acusados por interceptar ilegalmente a tres subordinados; sospechosos por corrupción en el caso del al ganadero José Guillermo ‘Ñeñe’ Hernández.
Los uniformados fueron agentes de la Dijín de la Policía investigando el asesinato de Óscar Rodríguez Pomar el 18 de agosto de 2011 en Barranquilla. En dicha investigación, los agentes, junto a la Fiscalía lograron vincular con los hechos al narcotraficante Marcos de Jesús Figueroa García; más conocido como “Marquitos” Figueroa, y estaban tras la pista del empresario José el “Ñeñe” Hernández.
Según la documentación, en 2018 tomaron cinco números telefónicos de compañeros de la institución para interceptar; que no se relacionaban con el expediente de la investigación del asesinato de Rodríguez.
Delitos por los que los uniformados deben responder
Ahora, la Fiscalía los llamó a juicio por los delitos de violación ilícita de comunicaciones en concurso heterogéneo con utilización ilícita de redes y comunicaciones; falsedad ideológica de documento público y fraude procesal. A pesar de las acusaciones, los uniformados se declararon inocentes.
Los uniformados supuestamente aprovecharon su condición para vulnerar los derechos individuales de sus compañeros
Dijo el delegado de la Fiscalía General de la Nación.
Por otro lado, el fiscal Daniel Hernández mencionó que se adicionan dos pruebas a mostrar en el juicio. Entre ellas se encuentran los testimonios juramentados del patrullero José Arley Mosquera Maturana y el capitán Iván Arias Barrera; adscritos a la Sijín de la Policía Nacional.
La audiencia preparatoria se realizará el lunes 7 de diciembre a partir de las 8:30 de la mañana.
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