El proceso de licenciamiento en Barrancabermeja para la edificación o alteración de una estructura arquitectónica, según el curador Jaime Peña, no es ejecutado por la comunidad con la responsabilidad que amerita, específicamente porque sostiene que la ciudadanía constantemente está promoviendo proyectos de vivienda o urbanización, sin ser consultada la Curaduría Urbana, es decir, desde el inicio carecen de conceptos técnicos y autorizaciones.
Según el curador municipal de Barrancabermeja, un proceso de licenciamiento y posterior aprobación tarda conforme la ley lo indica, 45 días hábiles, pero que “a veces este tiempo se alarga por conceptos técnicos y administrativos que requieren volver a ser revisados. Por ejemplo que haya un conocimiento del territorio y que éste esté acorde con lo que se está aprobando”, comentó
Reconocer la necesidad de abordar a la Curaduría para los procesos de licenciamientos, relacionados directamente con la actividad edificadora, requiere pagar por los servicios que dicen ofrecer, siendo valorada esta cuota bajo dos aspectos planteados por el Ministerio de Vivienda: Área a construir y el estrato socio-económico en el que se encuentre el predio o inmueble.
Este accionar se podría considerar como una consecuencia de la carencia de una estrategia organizativa del suelo rural y urbano de la ciudad, evidencia que deja los pocos espacios que se generan para debatir la carta de navegabilidad territorial. “En 2002, mediante acuerdo 018, se firmó el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) para Barrancabermeja, el cual debió ser contextualizado en tres ocasiones: 4, 8 y 12 años después de ser decretado, (corto, mediano y largo plazo respectivamente), pero que no se hizo, concluyéndose su tiempo de caducidad el pasado diciembre”.
Con relación a los costos y el tiempo, el curador Jaime Peña afirma que son situaciones cotidianas del diario laboral y que la ampliación en el tiempo muchas veces es una ocurrencia del mismo solicitante. También acotó que los cuestionamientos relacionados con la apertura de una nueva Curaduría en la ciudad, sería bueno en términos de fluidez y celeridad en la expedición de licencias.
“En este sentido la ley también es clara porque dice que por cada cien mil habitantes debe existir una Curaduría, pero que se deben tomar en cuenta factores como la dinámica de edificación y los índices edificados por año, en este sentido la ciudad está grave”, sentenció.
Finalmente Jaime Peña mencionó que se deben observar con detalle las edificaciones en la ciudad, aclarando que el tema de la cárcel debe ser una medida que se estipule, por ejemplo, en el POT y que, a falta de uno modernizado, será difícil empezar a organizar a Barrancabermeja.
