Camila Graciano trabajaba como profesora en un colegio de la localidad de Anápolis, en Brasil y fue una de sus colegas la que la contagió.
Una compañera asintomática de coronavirus que asistió a la reunión se hizo una prueba PCR días después y dio positivo, por lo que avisó de inmediato a la mujer y a todos los que asistieron al baby shower sorpresa.
Lastimosamente ya era tarde para la mujer embarazada, que estaba en su octavo mes de gestación. En pocos días empezó a sufrir un deterioro significativo en su salud y tuvo que ser trasladada de emergencia a un centro médico.
Los médicos que trataron a Camila estaban preocupados, pues aparte de su avanzado estado de embarazo era una paciente con comorbilidades como hipertensión y diabetes, detalla Globo.
En los primeros días la brasileña evolucionó favorablemente, pero de un momento a otro su condición se agravó de un momento a otro.
“Camila empeoró súbitamente hasta ingresar a terapia intensiva, luego de una cesárea donde nació una bebé que permanece en la unidad de cuidados neonatales”, comunicó el hospital Santa Casa de Anápolis.
Aunque resistió a la cesárea, Graciano no se mejoró y falleció el pasado 22 de agosto, producto del COVID-19. Por su parte, la recién nacida se encuentra en incubadora y fuera de peligro.
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