A las tensiones que se han generado históricamente alrededor de las condiciones laborales, se suma los efectos de la cuarentena por Covid-19 en Colombia. Y es que debido a la incertidumbre que generan las decisiones del gobierno central, era de esperarse que los empresarios entraran en pánico y empezaran a tomar decisiones para no quebrar, y por supuesto eso implica dirigir la mirada hacia los trabajadores que son los primeros afectados.
Este panorama ha generado 4 temas urgentes que deben ser revisados desde la perspectiva local, con el fin de adelantarse al colapso de un sistema económico que evidentemente no funciona para la gran mayoría de ciudadanos.
El primero es el despido masivo de trabajadores. Según medios nacionales se han radicado alrededor 245 tutelas, entre individuales y colectivas, sustentadas en el derecho constitucional al trabajo. Por su parte el Ministerio del trabajo ha recibido más de 1.700 peticiones de empresas que desean autorización para despedir o suspender contratos, y una cifra similar de reclamaciones por parte de trabajadores por las mismas razones.
Lo segundo es que no tenemos cifras reales. Uno de los grandes problemas a los que se enfrenta el gobierno nacional y los gobiernos locales, es que no tienen datos ni cifras que den tranquilidad y confianza sobre las acciones tomadas. De allí que actualmente no es posible conocer el cálculo oficial de quienes han perdido su empleo en cada ciudad, dato que solo tendremos cuando se consoliden los registros de las Planillas Integradas de Aportes – PILA, con las que uno paga seguridad social, el cual solo aplica para el empleo formal ¿y los informales?
En tercer lugar están las cajas de compensación familiar a través de las cuales se tramitan los subsidios de desempleo. El Ministro de Trabajo ha dicho que se están buscando recursos del presupuesto general para inyectarlo a las cajas, lo cual sería un alivio para las más de 450 mil postulaciones que ya existen. Vale la pena decir aquí que los organismos de control deben estar muy atentos.
Finalmente, como cuarto punto y no por eso menos importante, la educación. El Gobierno Nacional ha dicho que las causas estructurales del desempleo y la informalidad tienen que ver en gran parte con la baja pertinencia en la formación de los colombianos, o sea, que muchos estudiamos programas que no son realmente lo que necesita el aparato productivo; por lo cual creo el Sistema Nacional de Cualificaciones, con el fin de que los colombianos contemos con programas que tenga futuro en el nuevo mercado laboral que se generará después del Covid, lo cual se reflejará en instituciones como el SENA y las que formen talento humano para el trabajo.
Aunque discrepo completamente, porque considero que el desempleo es resultado de las decisiones políticas en materia económica, ante estas afirmaciones, en medio del caos que trajo la pandemia, la administración local deberá preocuparse por replantear el aparato productivo dirigido a crear nuevos mercados laborales, lo que implica centrar la mirada en las PYMes y no en las grandes empresas, decisiones que podremos revisar en el Plan de Desarrollo en curso de aprobarse.
Poner la atención en estos 4 temas urgentes (entre otros), aplicando estrategias de mitigación en el plano local, permitirá reducir el impacto negativo en el mediano y largo plazo, pero sobre todo, ayudaría a dar respuesta a muchas personas que hoy no saben qué hacer porque el hambre no da espera.
Nos vemos este domingo a las 9:00 p.m. en nuestro Facebook live para leer esta columna, solo por https://www.facebook.com/DanielSolanoDice/
Conozca cómo acceder al subsidio de desempleo ingresando a https://bit.ly/SDesempleo
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