Más de 12 personas de la vereda Patio Bonito, en inmediaciones donde se halla el relleno sanitario de Rediba, sufren de varicela. El brote se presenta, según los mismos lugareños, por las afectaciones ambientales que este depósito de desechos está causando a la comunidad y en general a las actividades cotidianas de los mismos.
Las razones
El relleno sanitario se encuentra en este lugar desde inicios de 2015, tiempo desde el cual la misma ciudadanía, tanto de Patio Bonito como de Barrancabermeja, ha rechazado su instalación. Entre las principales funciones perjudicadas se encuentra el comercio y la educación, provocando detrimento de las estructuras y que los más pequeños asistan a clases con menor frecuencia debido a la constancia con que se están enfermando.
La comunidad, como medio de rechazo, han realizado múltiples plantones y marchas que hasta la fecha han sido infructuosas para conseguir el cierre total del relleno. Recientemente la comunidad realizó un nuevo plantón, esperando una respuesta contundente de las autoridades ambientales del municipio y el departamento.
La comunidad
Graciela Rojas, líder comunitaria de la vereda, sostiene que la intención es “llamar la atención a la Corporación Autónoma de Santander – CAS –, del gobierno departamental y municipal para que den una respuesta precisa y contundente con relación al fin de este problema”, precisó.
Según la líder comunitaria, la CAS realizó un una visita al relleno durante tres días (martes, miércoles y jueves), pero, y como siempre ha sucedido, “ellos llegan en los carros e ingresan directamente al relleno y ni al salir nos dirigen la palabra, siempre ha sido así”, agregó Graciela Rojas.
El plantón, que además contó con la compañía de expertos en salud de la ciudad, busca que mediante estas manifestaciones se concrete un encuentro entre las autoridades y la comunidad para buscar una solución que les permita volver a vivir como lo hacían antes de enero de 2015.
Los menores
Ingrid Velásquez, afectada por la varicela, señaló que así como ella, muchos menores están sufriendo de los síntomas que la enfermedad causa, obligándolos a ausentarse de las clases.
“Hablé con el médico y llené una ficha donde debíamos decir dónde vivimos. Las secretarías de Medio Ambiente y Salud quedaron en que vendría acá para conocer el origen del brote, si es provocado por el relleno sanitario o el agua u otra situación”, comentó la menor con mejor aspecto.
Así como Ingrid, otros infantes sostuvieron que los olores son inaguantables, especialmente cuando llueve o hace sol intenso. Además precisaron comentar que en la escuela tuvieron de dejar de captar agua del pozo que los proveía porque estaba siendo contaminado por los lixiviados que allí terminaban y que al parecer provendrían del relleno sanitario.
Finalmente la comunidad comentó que la Alcaldía y la Secretaría de Medio Ambiente se comprometieron a entregarles tres días a la semana agua potable apta para el consumo humano, siendo ésta trasladada desde el puerto petrolero. Lunes, miércoles y viernes son los días de suministro.
