El 11 de junio de 1992 fue una fecha trágica para el vallenato pues fue asesinado uno de los más grandes exponentes de este género, Rafael Orozco, y quien fue asesinado a manos de un hombre que le disparó nueve veces en Barranquilla.
El artista se encontraba conversando en la terraza con dos músicos de Diomedes Díaz y quienes al parecer había llegado a prestarle un instrumento musical.
Luego que sonaron los disparos, su esposa Clara Cabello salió a ver lo que estaba ocurrido, encontrándose con la trágica y dolorosa escena.
El artista estaba tirado en piso y casi agonizando. Inmediatamente lo trasladaron a la clínica del Caribe. En ese centro asistencial, el compositor de «Solo para ti» y voz principal del Binomio de Oro perdió la batalla contra la muerte, dejando a Clara y a sus tres hijas cuando su carrera prometía ser mucho más exitosa.
Su sepelio fue multitudinario y congregó a seguidores de todo el país, incluso de Venezuela.
26 años después de su muerte, se desconoce quién lo mandó a asesinar y qué razones tuvo para hacerlo. Se habla de que uno de los motivos fue pasional, y el otro propiciado por problemas de droga.
A pesar del tiempo sus canciones se siguen escuchando y nunca pasan de moda en los cientos de seguidores que siguen recordando al artista.
«La creciente», «El amor es más grande que yo», «Muere una flor», «No sé pedir perdón» y «No pasará lo mismo», son algunos de sus éxitos musicales que dejó para siempre en el corazón de sus admiradores.