Entre lágrimas la familia de siete persona que fueron asesinadas y 25 más desaparecidas siguen llorando a sus familiares desde la noche oscura de aquel 16 de mayo de 1998.
Los hechos ocurrieron en el barrio El Campin; comuna 7 de Barrancabermeja, Santander. El 16 de mayo 1998; el barrio pasó de un bazar de recolección de fondos para invertir a tamboras y vestuarios para el grupo de danzas de barrio. Esa noche las calles del Campin se tiñeron con muertes de y desaparición de 32 jóvenes.
Voces de dolor
Ese 16 de mayo, la comunidad del barrio el Campin se encontraban en un bazar para recolectar fondos para comprar elementos músicales e instrumentos; pero en medio de su festejo llegó la muerte vestida de hombres camuflados, botas y fusiles. Cuentan los testigos que la gente se empezó a tender en el piso y gritaban “llegaron los Macetos”.
Los hombres buscaban y buscaban a sus supuestas víctimas pero a su paso se llevaron muchas vidas inocentes que fueron amarrados y subidos a varias camionetas.
Testigos del hecho, como don Jaime Peña, a quien le arrebataron a su hijo de tan solo 16 años expresó en varias entrevistas que esa noche no hallaban ni para donde correr; el desespero de no ver como su hijo y el llanto de las otras madres buscando a su hijo era desgarrante.
Los hechos de aquel 16 de mayo, fueron atribuidos a las autodefensas de Santander; el Sur del Cesar (Ausac); y las EPL. Estos, sembraron el terror en la comuna 7 de Barrancabermeja; donde no hubo ni ha habido una respuesta a los hechos de ese 16 de mayo.
Por ello, los mismos dolientes de aquella noche, padres, hermanos e hijos con el paso de los años se convertieron en líderes sociales y no han parado la búsqueda de respuestas de los desaparecidos aquella noche.
Hoy como cada 16 de mayo, los recuerdos evocan de dolor y trsitezas y las familias se siguen reuniendo para recordar a sus familiares y exigirle al Estado una respuesta, han sido años de marchas, de búsqueda solos.
Un total de 16 familias aún se mantiene entre la incertidumbre por no haber encontrado a sus seres queridos. Hoy se reunen afuera de las instalaciones de la Oficina de la Dian para rendir homenaje a todos los jóvenes inocentes que se llevó la guerra en el Magdalena Medio.