Barrancabermeja, Santander; la capital petrolera más importante de Colombia cumple 100 años este 26 de abril y ha dejado historias hasta para vender.
Barrancabermeja, plantada al lado del gran río ancho café; trajo consigo la afluencia de extranjeros y colombianos para llenar de diversidad cultural con acentos, sabores, tradiciones y mucho folclore la viña de petróleo de la que hoy gozan los habitantes del puerto.
En su seno, se formó la empresa de hidrocarburos más grande de Colombia, Ecopetrol; al costado del río se inspiró la insignia musical, La Pollera Colorá a manos del hijo de Sincé, Sucre Pedro Salcedo; años más tarde Wilson Choperena le puso letra siendo Barrancabermeja el lugar de inspiración y registro.
Antes y después
Este Distrito Petrolero, está rodeado de un sin fin de ciénagas y quebradas que le han dado el apodo de “ciudad entre aguas”; tanto así, que fue puerto de Hidroaviones cuando no había aeropuertos; en un inicio, las canoas entraban por la ciénaga Miramar hasta Pinchote.
Y aunque muchas cosas han cambiado como por ejemplo: El primer Cementerio que existió, funcionó donde es hoy la Iglesia del Sagrado Corazón; el colegio de La Inmaculada quedaba a un lado de la Iglesia; de la cual, hoy sólo se conserva la fachada, porqué es parqueadero de la alcaldía. Además, el edificio del comercio que ocupó por muchos años la Universidad de la Paz; inicialmente servía a la ciudad como el Hospital Municipal, antiguo San Rafael, construido por la Troco en esa época petrolera.
Cuando Barrancabermeja empezó su extensión, los empleados de Ecopetrol vivían en barrios conocidos de la ciudad, como Galán y Parnaso; de ahí, ellos recibían beneficios como por ejemplo: en la hacienda de Maximo Gomez en la entrada de Puerto Galán provenía la carne ganado a la empresa Comisariato; ahí los petroleros recibían sus raciones de carnes; a raíz de ello, las familias con apellidos extranjeros empezaron a llenar Barrancabermeja, y así creció la ciudad de cara al río.
Con esto, se pobló el puerto, y los petroleros extranjeros y colombianos empezaron a buscar mujeres de compañía por lo que a Barrancabermeja, la mal llamaron la hija de la putas; sin embargo, el oro negro ha dibujado familias, culturas y descendencias que pese a que no eran coterráneas si no foráneas formaron la Barrancabermeja llena de diversidad de la que hoy gozan los barranqueños.
El oro negro que ha encendido miles vidas hoy se exalta dibujando sonrisas, alegrías y sigue creando historias como el río magdalena que en su misterio engrandece al país.